Thursday, April 28, 2011

Tratamiento para el Virus del Papiloma Humano


TRATAMIENTO PARA EL VIRUS DE PAPILOMA HUMANO (VPH) Con Biomagnetismo (Imanes)

Si Quiere saber mas sobre que es el VPH haz click aqui.

En esta entrada veremos lo que es el VPH (virus del papiloma humano) y su tratamiento mediante biomagnetismo.

Este virus pertenece a la clase de los virus de ADN (replicación del virus en las células sin usar el ARN), este virus infecta la piel y las membranas mucosas.

A la fecha se tiene identificadas más de 100 tipos de virus de papiloma humano, muchos de estos tipos pueden ocasionar condilomas (verrugas) principalmente en el área genital tanto de hombres como mujeres, pero mas adelante veremos que tambien que el resto de las verrugas que aparecen en el cuerpo son también virus de papiloma humano, además de ocasionar condilomas este virus también puede provocar infecciones que pueden derivar en lesiones precancerosas o derivar un cancer.

La manera de contagio es a través de la piel, todos los VPH son transmitidos de esta forma.

Se tienen identificados 40 tipos de este virus que son de transmisión por contacto sexual, cuando se da este contagio es muy probable desarrollar el virus en la zona ano-genital.

Estos virus están clasificados clínicamente, hay algunos tipos de virus que pueden originar las verrugas o condilomas y otros que no necesariamente provocan la aparición de estas protuberancias.

La prueba que detecta el tipo de papiloma se llama PCR.

Los virus de papiloma humano que se contagian vía sexual y que son de alto riesgo son los tipos 16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58, 59, 68, si alguien se hace la prueba de PCR y obtiene alguno de estos es conveniente que se someta a terapia porque son los tipos que pueden ocasionar:

CIN (neoplasia cervical intraepitelial)
VIN (neoplasia vulvar intraepitelial)
PIN (neoplasia peneana intraepitelial)

Las neoplasias se refieren al proceso de proliferación anormal de células en un tejido u órgano.

Y aunque las anteriores no generan neoplasma (tumor) si manifiestan una lesión precancerosa que puede derivar en un cancer invasivo.

Vean la importancia de tratar alguna infección por VPH: se ha establecido que casi todos los casos de cáncer cervical se deben al desarrollo de una infección por VPH.

Cabe mencionar que el grupo de virus que originan verrugas (incluyendo las genitales) no son los mismos que los del grupo que originan el cáncer cervical.

Esta tabla nos ayudará a ver la clasificación de los tipos de virus:

Padecimiento Tipo de VPH
Verruga común ---------------> 2 y 7
Verruga plantar --------------> 1,2 y 4
Verruga cutánea chata ------> 3 y 10
Verruga genital anal ---------> 6, 11, 42, 43, 44, 55
Malignidades genitales ------> 16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51

Estos últimos y en especial el de grado 16 son en los que en esta entrada nos enfocaremos, esto por su alto grado de riesgo de generar cancer, y el cancer puede ser no solamente cervical, también puede ser anal, vulvar y de pene.

Las estadísticas son muy altas en cuanto a cancer cervical cuando se detecta un VPH de grado 16 y 18, consulten las estadísticas de su país para que se den una idea de la importancia de un tratamiento alternativo como lo es el biomagnetismo para ayudar a neutralizar el virus.

En este tema del tratamiento de VPH con biomagnetismo no entraré a especificar la ubicación de todos los tipos ya que al momento de ir neutralizando los desequilibrios provocados en el pH por algún microorganismo en este caso el del papiloma, se estaría haciendo un barrido y limpieza con la propia equilibración biomagnética, así que en esta entrada vuelvo a insistir será para el tratamiento del grado 16 y 18.

En el párrafo anterior esta uno de los grandes secretos y aportes de la terapia de biomagnetismo, restablecer de manera integral la salud del cuerpo.

Cuando lleguemos en el blog al tratamiento con biomagnetismo de cancer y entremos al tema de las metástasis se darán cuenta del fenómeno tan apasionante de esta terapia, del biomagnetismo o curación con imanes.

Bien, los siguientes son los pares que el dr. Goiz tiene identificados como los lugares donde se aloja energéticamente el virus:

ANO (lateral derecho -) ; ANO (lateral izq. +)

En la siguiente imagen ya esta la aplicación de los puntos que yo utilizo en terapia cuando alguien esta diagnosticado con VPH
Uno de los lugares que ayudan a la despolarización del cuerpo son las escápulas, asi que aplicalas y agrega riñón derecho (-) y riñón izq (+)



Como ves en la imagen anterior hay un iman en polaridad positiva en el recto, este esta haciendo resonancia con el siguiente par:

Próstata (-) - Recto (+)
 

Y en cualquier caso sea hombre o mujer y que presenten VPH además de pedirle que también reciba la terapia su pareja sexual, se debe aplicar los siguientes pares:

Trompa der (-) - Trompa izq (+) y Vagina - Vagina

Recuerda que tanto hombres como mujeres energéticamente poseemos las dos partes, tanto la femenina como la masculina.
Los nombres solo se refieren a los lugares energéticos y por nombrarlos de alguna manera.

Aquí en esta foto puedes ver el par de trompa, abarcando hasta ovario, y el de vagina, recuerda sea hombre o mujer.



Recuerden que además de estos puntos se deben considerar otras alteraciones que se unan a este padecimiento, pero el número de ejemplos es infinito, los anteriores fueron puntos donde tratar de manera local el desequilibrio pero nuestra intención es otorgar la salud integral a la persona.

La aplicación de esta terapia se recomienda 3 veces por semana por 2 meses mínimo.

Como algo adicional utiliza uña de gato peruana, 2 cápsulas 3 veces al día también por 2 o 3 meses.
1 ampolleta soluble de ginseng durante 30 días, descansar 5 y volver a iniciar otro ciclo de 30 días.

Debes acudir con tu pareja sexual a recibir el tratamiento, porque si a alguno de los dos se les empieza a equilibrar pero el otro no recibe la despolarización el contagio se volverá a presentar.

En el hombre se manda a realizar un estudio de Balanoscopia si es que notas que en la cabeza del pene aparecen leucoplaquias (manchas blanquecinas).

Importante: La mayoria de las veces en el examen del papanicolao no se detecta este virus.

La manera de prevención de un contagio de VPH por trasnmisión sexual es la abstinencia, pero si tu vida sexual es activa entonces cada determinado tiempo aplica esta terapia en los puntos señalados o acude a un centro certificado donde trabajen con biomagnetismo para que recibas un diagnóstico.

Es algo afortunado que la mayoría de las personas que habían sido diagnosticadas con VPH, después de un tratamiento de biomagnetismo, de estar diagnosticadas como VPH de alto riesgo, han sido reasignadas a los niveles normales por ejemplo de estudios cada 6 meses para monitoreo solamente.

Así que la efectividad de esta terapia ha otorgado tranquilidad y una opción más de tratamiento para esta enfermedad viral.

Este blog es de orientación general, acude a un terapeuta certificado para que si apenas estas aprendiendo esta terapia tengas un avance significativo en este y otros padecimientos y pronto restablezcas tu salud.  www.masajechino.webpin.com

Los elementos fundamentales sobre los que se basa el tratamiento del Par Biomagnético



Los elementos fundamentales sobre los que se basa el tratamiento delPar Biomagnético son éstos: -El pH del organismo, el papel que éste juega en la aparición de enfermedades y su aprovechamiento por los microorganismos, causa o efecto de la enfermedad. -La existencia en el cuerpo de una serie de zonas energéticas -siempre las mismas, ácidas o alcalinas- relacionadas entre sí por pares (como los polos de una pila). -La creación de campos magnéticos mediante el uso de unos imanes de potencia superior a 1.000 gauss a fin de neutralizar el pH y eliminar los microorganismos patógenos. Como hemos explicado en otras ocasiones cada órgano y tejido del organismo tiene un grado de acidez o alcalinidad pero el pH global del mismo se sabe midiendo la concentración de hidrógeno –es decir, el potencial de hidrógeno, lo que abreviadamente conocemos como pH- en saliva, orina o sangre. Y se trata de un dato útil porque la mayoría de las personas enfermas tienen un exceso de iones electropositivos (toxinas, radicales libres...) que acidifican el terreno extracelular, los órganos, la sangre y las secreciones. Cabe añadir que el pH de una persona sana es de 7.35 -es decir, ligeramente alcalino (se considera neutro un pH de 7)- mientras la mayor parte de las personas enfermas tienen un pH que oscila entre 6.0 y 7.0 (de ácido a neutro). Siendo más ácido el pH cuanto más enferma está. De ahí que las personas con cáncer terminal o metástasis masiva tengan por lo general un pH muy ácido (entre 5.5 y 6.0) y cada vez más investigadores apunten que en realidad la acidificación orgánica es la auténtica raíz de todas las enfermedades. Pues bien, mediante un sencillo test kinesiológico y un imán de potencia suficiente el Dr. Goiz y sus discípulos pueden conocer el estado de acidificación de cualquier zona del organismo. Basta colocarlo en la parte derecha del cuerpo e ir desplazándolo lentamente por encima porque cuando debajo hay una zona ácida la pierna derecha, de forma refleja, se encoge instintivamente uno o más centímetros. Y, por el contrario, si lo que hay es una zona demasiado alcalina la pierna se alarga. Agregaremos que según Goiz a cada punto-órgano-tejido donde se da una situación de acidez le corresponde de manera automática otro punto-órgano-tejido (siempre el mismo) con un desequilibrio similar en intensidad de alcalinidad. Siendo eso lo que le permitió con los años llegar a la constatación práctica de la existencia en el cuerpo de más de 200 pares biomagnéticos que además se corresponden con patologías diferentes, desde la gripe al cáncer. Asimismo descubrió que cada par se asocia a una patología y, a la vez, cada polo del par a determinados microorganismos. En el polo “positivo” de entorno ácido se acumulan los virus y los hongos mientras en el polo negativo de entorno alcalino se encuentran las bacterias y parásitos. Y en cada patología están presentes siempre los mismos microorganismos patógenos conformando el mismo par en cada ocasión. En otras palabras, cada enfermedad tiene su correspondiente par y sus correspondientes patógenos. Una vez detectados los pares afectados el último paso consiste en aplicar en los “polos” de cada par unos imanes de potencia superior a 1.000 gauss. Basta situar el polo positivo del imán en el polo positivo del par y el polo negativo en el par negativo. Ello crea una corriente magnética que empuja las cargas positivas contra las negativas hasta neutralizarse. Lo que igualmente neutralizaría el pH -el terreno- y acabaría con los microorganismos promotores de la correspondiente patología. Cabe agregar que si una persona padece varias patologías los imanes deberán colocarse en cada uno de los pares detectados. La sesión puede variar en función del campo magnético del lugar donde se realice en el tratamiento; así, en Ecuador una sesión dura menos de diez minutos y en España entre doce y quince. Y si bien muchas veces basta con una sesión en otras ocasiones se requieren tres o cuatro.

La microscopia morfológica celular

El doctor Raymond Hilu considera fundamental en su trabajo diario la Microscopia Morfológica Celular como herramienta de enorme valor preventivo. Y es que le permite ver y diagnosticar a partir de una simple gota de sangre aquellos fallos celulares que en el momento del análisis son causa de los síntomas del paciente y pueden ser causa de futuras enfermedades.



La lista de científicos que han utilizado la Microscopía Morfológica Celular la encabeza probablemente el doctor alemán Günther Enderlein (1872-1968) quien investigó a fondo con él el mundo del pleomorfismo identificando diferentes morfologías sanguíneas que sirvieron para establecer la base de la medicina celular. Mientras según el monomorfismo –doctrina mayoritariamente aceptada hoy- la sangre y los tejidos sanos son estériles de modo que es imposible el desarrollo de microbios o bacterias y poca o ninguna importancia tiene el estado del terreno en el que se encuentre el microorganismo… el pleomorfismo afirma todo lo contrario.

Los pleoformistas entienden que todo microorganismo puede transformarse a fin de adaptarse a las condiciones cambiantes del terreno en el que vive. De tal forma que puede llegar a transformarse en bacteria u hongo -su fase final- pasando por distintas formas intermedias que dependen del pH del terreno en el que se encuentre. Por lo que es posible apreciar todo tipo de bacterias y simbiontes moviéndose por el plasma. En nuestros días destaca por su experiencia en el uso de la Microscopía Morfológica Celular el Bradford Research Institute de Estados Unidos mientras otros profesionales -sobre todo alemanes- utilizan la Microscopía de Campo Oscuro para estudiar la sangre desde el punto de vista del pleomorfismo basándose en los estudios de Enderlein. Sin embargo, otros muchos profesionales en el campo de la Medicina no apoyan esta técnica. Los mejores resultados se consiguen utilizando un microscopio óptico de unos 60.000 aumentos, con una potente fuente de luz (cerca de 150 Watios) y varios objetivos, especialmente de campo oscuro, contraste de fase y de luz directa. Tiene especial importancia el objetivo de contraste de fase ya que permite jugar con la luz de tal manera que permite ver partículas que serían invisibles con otros objetivos. Al no utilizar ningún tipo de tinción (sólo la lumínica) se obtienen resultados no adulterados, al contrario de lo que ocurre cuando se añade cualquier producto a la muestra que se estudia. En cuanto a la morfología de coagulación sanguínea es importante poder distinguir entre la fibrina soluble y la fibrina no soluble para determinar, sobre todo, el riesgo de padecer enfermedades degenerativas o cardiovasculares, entre otras. Con esta tecnología se pueden llegar a prevenir muchas enfermedades, especialmente las cardiovasculares. “Incluso con más de 50 años de antelación –señala Hilu-, al contrario de lo que ocurre con un simple electrocardiograma, aunque muy necesario muchas veces resulta insuficiente. Se han reportado muchos casos de pacientes con un electrocardiograma perfecto que luego han sufrido un ataque al corazón y fallecido a los pocos minutos u horas de haberse hecho la prueba. Esto no significa que su corazón haya enfermado de repente y que de estar totalmente sano haya pasado a pararse sino, simplemente, que la serie de fallos celulares que pudieran llevar a un paro cardíaco no se tuvieron en cuenta, que sólo se tuvieron en consideración posibles fallos eléctricos.”

En cabeza de la lista de prevenciones estarían algunas enfermedades cardiovasculares (50 años de antelación), respiratorias (10 años), hepáticas (10 años), renales (8 años), cáncer (5 años), psiquiátricas (5 años), circulatorias (1 año), autoinmunes (6 meses), linfáticas (6 meses), etc. Al analizar una gota de sangre del paciente con el sistema de medicina celular pueden descubrirse en menos de 20 minutos todos los desarreglos celulares que están dando pie a una o varias patologías -o que pueden llegar a causarlas- entre las 180 morfologías defectuosas diferentes que pueden distinguirse bajo el microscopio. Y después actuar en consecuencia. El procedimiento es sumamente sencillo: se extrae una gotita de sangre del dedo y se coloca en una porta donde se deja coagular. Posteriormente se saca otra gota de sangre y se observa en un microscopio de campo oscuro y alta potencia que la muestra en una pantalla de televisión. A través de la prueba con sangre coagulada se pueden estudiar 40 condiciones patológicas pero por lo general se centra sobre todo en la detección de procesos inflamatorios, toxicidad intestinal y disbiosis. Con el estudio de la sangre fresca se pueden identificar hasta 43 factores distintos, entre los que destacan la situación nutricional, la presencia de microorganismos como bacterias, hongos o parásitos, la viabilidad del sistema inmune, etc. 

Teoria Parte IV "Sometido a Prueba!" Goiz aceptó el reto con más de doscientos pacientes!


El pasado mes de mayo el Dr. Isaac Goiz, creador de la teoría del Par Biomagnético y del tratamiento de todo tipo de enfermedades con simples imanes, accedió a poner a prueba su terapia en la clínica que dirige en Marbella (Málaga) el Dr. Raymond Hilu y más de doscientas personas fueron tratadas en apenas cuatro días. A la mayoría se le recogió una muestra de sangre antes del diagnóstico con los imanes y de ser tratados los pares correspondientes y otra después para así comprobar si los microorganismos señalados como responsables de sus patologías estaban realmente presentes en sangre después del tratamiento. Les contamos los resultados.


La difusión en España del método de diagnóstico y tratamiento del Par Biomagnético creado por el médico mexicano Isaac Goiz ha prendido en apenas unos meses con tanta rapidez que resulta sorprendente. Claro que no es de extrañar dado el éxito que los médicos y terapeutas que la han incorporado ya en sus consultas están obteniendo. Ciertamente no se trata de una cura milagrosa que resuelva todas las patologías pero en manos de profesionales bien formados se ha revelado como un método de posibilidades insospechadas –especialmente cuando la causa es una infección- cuyos límites están aún por conocer. De hecho el doctor Goiz reclamó durante años que se constatase la eficacia de su tratamiento mostrándose dispuesto a cualquier tipo de ensayo o prueba a la que quisieran someterle los colegios médicos, propuesta que en nuestro último encuentro en Madrid reiteraría: “Necesito simplemente –nos diría- un centro clínico que aporte algunos pacientes con el diagnóstico ya hecho. Veinte, treinta, cien... los que sean. Y que me digan por ejemplo: tienen tuberculosis. Y entonces nosotros los testamos, les ponemos los imanes en el par correspondiente a esa patología –que, por cierto, es supraespinoso-supraespinoso- y constatamos cuántos se curan. ¿Que se cura uno solo? Pues es obvio que mi planteamiento no es correcto. Pero, ¿y si se cura el 90%? Es sencillo, luego ¿por qué no me permiten mis colegas demostrarlo?” 

El silencio había sido siempre la respuesta. Hasta ahora… Primero fue el doctorSantiago de la Rosa -miembro de nuestro Consejo Asesorquien de una forma muy pragmática se planteó estudiar la capacidad microbicida de los imanes sobre distintos microorganismos ¡in vitro! Para lo cual se cultivaron durante 24 horas en un laboratorio especializado una serie de bacterias y hongos –concretamente Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, Streptococcus agalactiae, Proteus mirabilis, Haempphylus influenzae Candida albicans- en los medios apropiados (agar sangre, agar chocolate, agar MacConkey y Saboraud cloranfenicol) y pasado ese tiempo se colocaron dos imanes encima y debajo de las placas durante otras 24 horas para observar si había crecimiento microbiano o éste se detenía. La prueba demostraría que in vitro los imanes no son capaces de frenar el crecimiento de esos microorganismos patógenos constatando así que sólo actúan sobre el bioelectromagnetismo propio de los organismos vivos complejos. Porque en éstos sí funciona. La respuesta por tanto tiene que estar fuera de las probetas, en las complicadas interacciones que se dan en el organismo humano, en el pH del terreno vivo necesario para la proliferación o no de los microorganismos. Había por tanto que subir un escalón más en la investigación y analizar el comportamiento del método en un numeroso grupo de enfermos. Y eso es lo que decidió asumir el doctor Raymond Hilu en el instituto que lleva su nombre. “Sinceramente –nos diría-, lo hice por incredulidadHabía asistido un par de días al curso que hace unos meses impartió en Madrid y ustedes anunciaron y lo que el Dr. Goiz explicó en él me pareció demasiado bueno para ser cierto. Si es verdad, me dije, se trata de un descubrimiento fantástico y hay que darlo a conocer, elevar su práctica a la enésima potencia. Y si no lo es hay que decirlo públicamente para que nadie se haga vanas ilusiones. Así que le propuse hacer la prueba que pedía con numerosos pacientes a la vez. Sabía que la idea le iba a gustar porque me consta que lo había intentado en varias ocasiones sin conseguirlo”.



         Y Goiz aceptó el reto: testar con su método -lo que finalmente se hizo en el centro que dirige en Marbella (Málaga) entre el 14 y el 17 de mayo pasados- a ¡más de doscientos pacientes! de las más diversas patologías en presencia como observadores de médicos de otros países. Pues bien, aunque los resultados estadísticos aún se están elaborando Hilu ya habla abiertamente de “éxito rotundo” del método. “Se trata –afirma con rotundidad- de una de las terapias más eficaces con las que me he cruzado en todos los años que llevo de praxis médica. Lo más sorprendente es su sencillez. Y su principal ventaja que carece de efectos secundarios. Lo único que choca a veces es el diagnóstico porque el de Goiz difiere a menudo del que trae el paciente. Algo que no me preocupa porque lo importante es que el enfermo mejora con el tratamiento. Y a mí lo que interesa no es tanto saber qué tenía realmente como si tras el tratamiento mejora o se cura. Me importa que el resultado final es positivo y beneficioso para el paciente.”

PREPARANDO EL ESTUDIO

Dicho esto adelantamos desde ya que las pruebas realizadas en mayo pasado en Marbella no serán admitidas como un “ensayo” por la comunidad médica. Pero lo cierto es que lo que allí ocurrió no puede ni debe ser obviado pues el Dr. Hilu intentó que fuera lo más objetivo posible. De hecho se aseguró de que los pacientes que acudieran allí no fueran sólo suyos sino de médicos y terapeutas de diferentes países: Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Francia, Suecia, Finlandia, India y, por supuesto, españoles. E invitó a algunos de sus colegas a acudir como observadores; fue el caso de los doctores italianos Conte Limontini y de la doctora británica Mary Staggs.Asimismo habló con dos laboratorios independientes que se pudieran hacer cargo de analizar la sangre de los pacientes antes de ser tratados por el Dr. Goiz o por los dos colaboradores que le ayudaron en esta singular experiencia de forma absolutamente altruista y en jornadas auténticamente maratonianas –Juan Carlos Albendea Águeda Iribarren- para confirmar si existían los patógenos que se detectaban con el test kinesiológico y a los quince minutos de finalizar el tratamiento recoger de nuevo una muestra de sangre para compararla con la primera. Al final no pudo ser. “Para mí es un misterio –nos diría el Dr. Hilu-. No entiendo qué ha pasado. Primero hablé con un importante laboratorio de Barcelona al que le propuse encargarse del asunto y me confirmó verbalmente que estaría encantado de colaborar. Es más, me pidieron que les pasase por escrito la relación de los posibles patógenos que tendrían que buscar para tener los reactivos preparados así que como yo había hecho el curso de Goiz cogí una lista de todos los patógenos que pueden detectarse y se la mandé. Tardaron bastante en estudiarlo. Hasta que al final, después de varios e-mails, me dijeron que sí, que tenían capacidad suficiente. Sin embargo, cuando se acercó la fecha de la prueba les llamé para sellar por escrito el compromiso y entonces, para mi sorpresa, me contestaron que cada analítica les iba a salir por unos 2.000 euros y se traba de un coste que no podían afrontar. Mire, yo he pedido en multitud de ocasiones hacer análisis de patógenos a los laboratorios y sé que no cuesta eso. Finalmente, un par de semanas antes de que llegara Goiz, rechazaron cualquier tipo de colaboración. Me dijeron que la „filosofía del laboratorio –expresión textual que usaron-, tras unirse a otro francés de carácter multinacional, no les permitía abordar ese trabajo”. Hilu nos explicaría que lo intentaría entonces con un laboratorio de Valencia. Y de nuevo se encontró con la misma respuesta. Primero le dijeron que sí y después, por razones nada convincentes, que no. También fallaría un último intento con un laboratorio más pequeño de Marbella. Hilu decidió entonces modificar la estrategia y solicitó rápidamente a los pacientes que se habían apuntado al estudio que trajeran la documentación médica que acreditara sus diagnósticos añadiendo luego un elemento comparativo más: la realización del estudio de la sangre en su propio centro para verificar los resultados mediante varios métodos de diagnóstico: campo oscuro, contraste de fase y test de coagulación. A fin de cuentas su sistema de microscopía morfológica celular permite llegar a los 60.000 aumentos y ver todo tipo de bacterias, hongos y parásitos con absoluta claridad e identificarlos siguiendo la estela del trabajo de Antoine Béchamp quien demostró que la sangre no es estéril. Además, cuando se consideró necesario se añadieron al estudio elecrocorporogramas, electrocardiogramas, oximetría o ecografías. El resto era el test diagnóstico de Goiz, los imanes sobre los puntos señalados y la prueba posterior en el propio centro que se completaría con un seguimiento de los pacientes una vez regresaran a sus hogares.

LA SANGRE VIVA

En suma, más de doscientos pacientes pasaron por las instalaciones de Raymond Hilu. Como María, que llegó con un diagnóstico de hepatitis. Hilu la sentó y con un simple pinchazo le extrajo una gota de sangre que pasó a analizar a través del microscopio. Lo singular es que la imagen de la misma pudo luego seguirse a través de una pantalla de plasma de 40 pulgadas instalada en la pared; en ella, a los pocos minutos, todos los presentes pudieron ver cómo los glóbulos rojos, flotando en el líquido extracelular, aparecían apelmazados, formando columnas a modo de monedas apiladas, con escasa movilidad. “Problemas de circulación”, apuntaría Hilu. Y siguió buscando mientras iba cambiando filtros de luz. Aparecerían así diversas formaciones que Hilu identificaba en cada caso como hongos o bacterias. Y antes de terminar allí vimos unas estructuras de apariencia pétrea contra las que los escasos glóbulos que aún mantenían cierta movilidad se estrellaban y rodeaban. “Microtrombos”, diagnosticó Hilu. A continuación observó la placa donde otra gota de sangre se había coagulado y enseguida apareció una figura característica en forma de rosa -que el doctor definió como significativa de estrés cardíaco- y unos bordes grisáceos formados por la acumulación de tóxicos que muy bien podían corresponderse con un problema de mal funcionamiento hepático. A continuación llegaría el turno de Goiz. Con la paciente tumbada en la camilla, sujetando los pies por los talones, muy atento a cualquier diferencia entre los mismos, comenzó a recitar su particular mantra de los distintos pares posibles para después preguntar por las más diversas patologías directamente en voz alta al organismo que tenía entre manos esperando siempre la respuesta en forma de alargamiento o acortamiento de las piernas. Su diagnóstico final ampliaba el que la paciente llevaba: cirrosis hepática y cálculos renales. Le situó los imanes y la paciente se quedó en reposo durante doce minutos. Pasado ese tiempo el doctor Hilu le extrajo de nuevo dos gotas de sangre: una para verificar una vez coagulada y otra que pasó a observar directamente al microscopio. Y así, a través de la pantalla instalada en la pared, los pacientes y observadores pudieron presenciar el espectáculo de la sangre viva. Sólo que donde antes había como “pilas de monedas” tras el tratamiento lo que se veían eran glóbulos bien diferenciados, perfectos en su individualidad, moviéndose con alegría. De las bacterias y hongos ni rastro por más que se buscaron; en cambio allí estaban aún los microtrombos de apariencia granítica. Todo parecía haber mejorado menos eso. En la sangre coagulada la figura en forma de rosa significativa de estrés cardíaco había igualmente desaparecido. No así los bordes de acumulación tóxica que, aunque algo menores, todavía permanecían visibles. Sólo tras el paso de los días con el hígado funcionando normalmente, tal y como sostenía Goiz, podría apreciarse su eliminación. Antes de marcharse el doctor Hilu decidió recomendar a María que para prevenir posibles problemas de trombos tomara pastillas de magnesio. Quizás también hubieran desaparecido sin más con el paso de los días pero lo mejor era completar el tratamiento. 

El propio doctor Hilu quedó sorprendido: “Para eliminar las bacterias, hongos, trombos y mejorar la circulación hasta ese punto hubiera necesitado en condiciones habituales más de seis medicamentos y seguir un tratamiento de varios meses”. Y sin embargo, ¡lo que es la vida! A los pocos días Hilu recibía una llamada: esa paciente había sido ingresada con una trombosis. Había optado por ignorar la recomendación de las pastillas de magnesio… o se le había pasado. Afortunadamente, nada grave. El ingreso sirvió además para comprobar que el resto de parámetros hepáticos se encontraba bien. Indudablemente uno de los aspectos más novedosos de la teoría de Goiz es la presencia de los virus-hongos y bacterias-parásitos en polos opuestos como causantes de enfermedad. Por tanto resultaba todo un reto saber si a través de la microscopía utilizada por Hilu podían encontrarse restos de los mismos en la sangre. Y así fue. “En más del 80% de los casos-no tengo aún las estadísticas terminadas, explicaría Hilu- encontré en las muestras de sangre de los pacientes los mismos parásitos que Goiz señalaba utilizando el Par Biomagnético”. En todo caso, curaciones y mejorías aparte, lo que más llamó la atención de Hilu fue el comportamiento de la sangre antes y después de aplicar los pares. “Obviamente –nos diría- la mayor parte de los pacientes que aceptaron acudir a este estudio estaban muy enfermos. Y al examinar su sangre antes de ser tratados por el doctor Goiz pudo verse que era la propia de alguien enfermo, con una circulación de muy mala calidad, con muchos patógenos, toda clase de suciedad en la sangre y comportamientos anómalos de las defensas con los neutrófilos inutilizados. Sin embargo, a los quince minutos de haber sido tratados volvía a mirar la sangre y veía una historia completamente diferente. Parecía sangre de otra persona que no tuviera que ver con el mismo paciente. Todas las anomalías morfológicas sanguíneas quedaban corregidas. En muchos casos los neutrófilos, estáticos antes, se mostraban muy activos después. Los microorganismos vivos, intraeritrocitarios antes, habían sido expulsados. Seguían moviéndose unos minutos y luego morían. Además, al observar la sangre a los 15 minutos del tratamiento pudimos ver cómo había aumentado la oxidación celular y mejorado la circulación, excepto las plaquetas. Y en los casos de cirrosis hepática, al analizar la sangre bajo el microscopio después de poner los pares -y ha supuesto una auténtica novedad para mí-, vimos una especie de cicatrices hepáticas en gran cantidad sueltas en la sangre como efecto del tratamiento porque entre medias no había habido más que los imanes. Ya había visto antes el fenómeno y por eso sé que se trata de excrecencias hepáticas pero no lo había visto con tanta frecuencia y con un efecto tan rápido”. La única constante que no se modificó en ningún caso -y a la que Hilu piensa dedicar un estudio más profundo- fue la presencia de trombos. ¿Y el pH, núcleo central de la teoría de Goiz? La tecnología del Instituto Hilu no utiliza coloraciones para las muestras de sangre ya que considera que de esta manera se pueden adulterar las muestras. En su lugar, y para no perder las ventajas que puede aportar la tinción a la hora de apreciar distintos fenómenos, se utiliza tinción por luz. Por eso al ir cambiando los filtros de luz pudimos presenciar en directo diferentes aspectos de la sangre. “Una de esas tinciones lumínicas que utilizo –nos diría Hilu- me permite ver el pH de la propia sangre en vivo. No ha habido ningún caso de sangre con tendencia a la alcalosis lo cual, con la gran cantidad de pacientes que hemos tratado, es un indicio más que habla del territorio ácido como base de la enfermedad. Sí hemos visto muestras de sangre con el pH tendiendo hacia la acidosis y cómo después de ser tratados por Goiz la acidosis en esas muestras de sangre desaparecía por completo. Sin excepción. En todos los casos. Sólo con los imanes y en quince minutos.” Sorprendente. Pero no menos que los resultados. 

Teoria Parte 3 "Bastan dos imanes para tratar la inmensa mayoría de las enfermedades"


LAS BASES DEL BIOMAGNETISMO MÉDICO O TEORÍA DEL PAR BIOMAGNÉTICO





Resumiendo someramente lo que ya se expuso con amplitud en el Articulo "Como Tratar las Enfermedades con dos Simples Imanes" recordaremos que los elementos fundamentales sobre los que se basa el tratamiento del par biomagnético son el pH del organismo, el papel que juegan en él los microorganismos en la aparición de enfermedades, la existencia de una serie de puntos energéticos en el cuerpo que están relacionados entre sí -como los dos polos de una pila- y el uso de campos magnéticos provocados por imanes de una potencia superior a 1.000 gauss.
Como en su día explicamos cada órgano y tejido del organismo tiene un grado de acidez o alcalinidad. Y el pH global del mismo se sabe midiendo la concentración de hidrógeno -es decir, el potencial de hidrógeno, lo que abreviadamente conocemos como pH- en saliva, orina o sangre. Se trata de un dato útil porque la mayoría de las personas enfermas tienen un exceso de iones electropositivos (toxinas, radicales libres...) que acidifican las células, los órganos, la sangre y las secreciones. Pues bien, el pH de una persona sana es de 7.35, es decir, ligeramente alcalino (se considera neutro un pH de 7). Sin embargo, la mayor parte de las personas enfermas tienen un pH que oscila entre 6.0 y 7.0 (de ácido a neutro). Y cuanto más enferma se encuentra más ácido suele ser su pH. Por eso las personas con cáncer terminal o metástasis masiva tienen por lo general un pH muy ácido (entre 5.5 y 6.0) y cada vez más investigadores apuntan que en realidad la acidificación orgánica es la auténtica raíz de todas las enfermedades.
Hecha esta introducción explicaremos que, convencido también de que eso es así, Goiz comenzó a valorar hace ahora 20 años las teorías de Richard Broeringmeyersobre la validez de las terapias energéticas, su Terapia Polar y la importancia del pH en la salud. Éste había descubierto que los campos magnéticos permiten descubrir el pH interno de los órganos mediante unos sencillos tests musculares de Kinesiología que se basan en el principio de respuesta muscular inteligente descubierto por el Dr. George Goodheart en los años sesenta. Es decir, el test -que es el que usa hoy el Dr. Goiz y sus discípulos- permite conocer el estado de acidificación de cualquier parte del organismo con un simple imán de potencia suficiente. Basta colocarlo en la parte derecha del cuerpo e ir desplazándolo lentamente por encima porque cuando debajo hay una zona ácida la pierna derecha se encoge instintivamente uno o más centímetros. Y, por el contrario, si lo que hay es una zona demasiado alcalina la pierna se alarga.
Posteriormente Goiz, gracias a su experiencia clínica diaria, acabaría constatando que la dualidad que marca toda la vida (vigilia-sueño, día-noche, norte-sur, yin-yan, ácido-base, etc.) también se da a nivel orgánico. Y que a cada punto-órgano-tejido donde se da una situación de acidez le corresponde de manera automática otro punto-órgano-tejido (siempre el mismo) con un desequilibrio similar en intensidad de alcalinidad. Ello le permitió con los años llegar a la constatación práctica de la existencia en el cuerpo de más de 200 pares biomagnéticos que además se corresponden con patologías diferentes -desde la gripe al cáncer- y no tienen nada que ver con lo conocido por la medicina convencional ni por la Medicina Tradicional China. No se trata pues de los nadis y meridianos energéticos. Asimismo descubrió que cada par se asocia a una patología y, a la vez, a determinados microorganismos. Verificando luego que en el polo "positivo" de entorno ácido se acumulan los virus y los hongos mientras en el polo negativo de entorno alcalino se encuentran las bacterias y parásitos. Y que en cada patología están presentes los mismos microorganismos patógenos conformando siempre el mismo par. En otras palabras, cada enfermedad tiene su correspondiente par y sus microbios.
El último paso que dio Goiz fue aprender cómo afrontar las enfermedades sabiendo todo esto. Y descubrió que podía hacerlo aplicando en los "polos" de cada par unos imanes de potencia superior a 1.000 gauss. Basta situar el polo positivo del imán en el polo positivo del par y el polo negativo en el par negativo. Ello crea una corriente magnética que empuja las cargas positivas contra las negativas hasta neutralizarse. Lo que igualmente neutraliza el pH y acaba con los microorganismos promotores de la correspondiente patología.
Cabe agregar que si una persona padece varias patologías los imanes deberán colocarse en cada uno de los pares detectados. De veinte a treinta minutos por sesión son suficientes. Y si bien muchas veces basta con una sesión otras requieren tres o cuatro. Claro que aunque todo parece muy simple lo cierto es que hay que saber dónde se halla cada par, cuál es el polo positivo y cuál el negativo en cada uno de ellos y qué microorganismos hay en ellos relacionados con cada patología. 

Teoria Parte 2 "Bastan dos imanes para tratar la inmensa mayoría de las enfermedades"

Isaac Goiz –medico cirujano- trabajo en la década de los 70 del pasado siglo XX en el Instituto Nacional de Neumología de México y es autor de El Sida es curable (1993) –libro en el que aporta su punto de vista sobre como el biomagnetismo puede detectar y destruir el VIH- y de El fenómeno tumoral (2004) –publicado por la Universidad de Loja (Ecuador) sobre el origen del cáncer y la participación de múltiples agentes patógenos en su desarrollo: toxinas, parásitos, hongos, bacterias y virus, entre otros. Y su presencia en España para impartir el curso que impartió en Madrid en Noviembre pasado dirigido a médicos y otros profesional de la salud sobre su teoría del Biomagnetismo Medico y la practica del tratamiento del Par Biomagnetico vuelve a situarnos –una vez mas- ante el dilema del significado real del termino evidencia aplicado a la medicina. Porque, evidencia no es la suma de resultados clínicos –es decir, de las curaciones o mejoras logradas- aun cuando la teoría en la que se apoya el tratamiento este aun sometida a discusión en lugar del cumplimiento de protocolos paliativos normalmente basados en fármacos cuyos mecanismos de acción muchas veces ni siquiera se conocen y donde los resultados –de mejoría o curación- son casi siempre escasos o nulos?


            Goiz no ofrece teorías indemostrables ni apoya lo que dice en ensayos clínicos controlados. Pone sobre la mesa sus resultados clínicos: cientos de miles de pacientes tratados con buenos resultados durante 20 anos. Y cursos sobre lo que sabe impartidos a médicos y otros profesionales de la salud –mas de cinco mil  a estas alturas- que aportan también sus propias experiencias con curaciones o mejoras que a veces rozan lo asombroso dada la simplicidad de la terapia. Luego, porque las instituciones no le escuchan? Pues probablemente porque los resultados que obtiene se basan en una teoría que rompe los esquemas médicos conocidos y deja obsoletos muchos de los tratamientos que propone la medicina occidental.



“El tratamiento con el Par Biomagnetico, el Biomagnetismo Medico –nos diría Goiz en Madrid- tiene cuatro defectos. Primero, que apenas cuesta dinero; y eso es gravísimo. Segundo, que cura. Tercero, que lo puede aprender cualquier persona, no solamente médicos. Y cuarto, que lo descubrió un mexicano. Sin embargo, llevamos trabajando con ello 20 anos, hemos dado 82 cursos por todo el mundo y han asistido a ellos unos 5,300 alumnos. Por lo que a Europa se refiere en Alemania, Italia y ahora España; en cuanto al continente americano en Estados Unidos solemos darlos en Nueva York pero también los hemos impartido en Ecuador y Chile además de en todo México, obviamente. Mis colegas médicos empiezan por fin a admitir el método porque los resultados están ahí. De hecho en México la mitad de los alumnos son ya médicos y la otra mitad terapeutas. Médicos que cuando trabajan con nuestro método inmediatamente lo avalan. Los que no lo avalan son las autoridades sanitarias ni los médicos mas ortodoxos”.

Y de nuevo cabe preguntarse: que importa más? Los resultados que se obtienen con los imanes o discutir a nivel teórico su fundamentación? Obviamente, a los pacientes, los resultados. Al fin y al cabo tampoco saben el mecanismo molecular de actuación de un antibiótico y se lo toman.

“Esto es científico! –Manifestaba en la televisión ecuatoriana el doctor Alex Escandon, ginecólogo que practica el Biomagnetismo Medico en el Nuevo Hospital de Los Valles, uno de los centros hospitalarios más modernos de Quito (Ecuador)-. Esta demostrado. Usted tiene un problema, se le hace la evaluación, se confirma con los exámenes, hacemos el test con los imanes, se hace el tratamiento y vemos los resultados. Y en la mayoría de los casos funciona. Hablamos incluso de casos de cáncer. Hemos visto a pacientes en los que se comprobaron con imágenes los tumores, a los que se ha hecho luego el tratamiento del par biomagnetico y como después ya no aparece tumor alguno en las imágenes. Hemos entrado en la sala de operaciones –porque soy medico ortodoxo, tengo mi cabeza con formación científica, cuadrada y tengo que confiar en lo que estoy viendo- a hacer cirugía y realmente no encontramos nada. Sacamos los tejidos, los mandamos al laboratorio y no queda nada. O si queda es algo completamente diferente”.

Suponemos que el lector no entenderá que ante esto el sistema sanitario se niegue siquiera a investigarlo. Pero así es. Y eso que Goiz nos reitero en persona que esta dispuesto a someter sus resultados a la critica medica en cualquier hospital. De hecho asegura haberlo intentado sin éxito –incluso en España- a  pesar de que al no hacer ingerir nada a los pacientes se trataría de una demostración sin el más mínimo riesgo. Lo que no obsta par que el continúe empeñado en que le dejen demostrar la validez de su tratamiento. “Necesito simplemente –nos diría- un centro clínico que aporte algunos pacientes con el diagnostico ya hecho. Veinte, treinta, cien… los que sean. Y que me digan por ejemplo: tienen tuberculosis. Y entonces nosotros los testamos, les ponemos los imanes en el par correspondiente a esa patología –que, por cierto, es supra espinoso- y constatamos cuantos se curan. Que se cura uno solo? Pues es obvio que mi planteamiento no es correcto. Pero, y si se cura el 90%? Es sencillo, luego por que no me permiten mis colegas demostrarlo?”

Teoria Parte 1 "Bastan dos imanes para tratar la inmensa mayoría de las enfermedades"


PARTE 1

"Bastan dos imanes para tratar la inmensa mayoría de las enfermedades" Imanes Milagrosos? Descúbralo usted mismo!
Los Médicos han popularizado en las últimas décadas el concepto de "tratamiento terapéutico" por una sola razón: apenas conocen "tratamientos curativos". De hecho si usted le pregunta a cualquier especialista medico que protocolo, método, terapia, fármaco o producto conoce que sirva para "curar" las "enfermedades", dolencias o patologías de las que se supone que es experto -y por tanto posee conocimientos mas amplios que los de sus colegas al tratarse de su especialidad- no sabrá que responderle. Porque la inmensa mayoría no conoce ninguno. Es mas, si les pregunta simplemente que fármacos de los que usa para "tratar" a sus pacientes es al menos inocuo al carecer de efectos secundarios negativos -es decir, que tiene efectos "iatrogénicos"- se pondrá aun mas nervioso y la mayoría le responderá que "todos" los fármacos tienen potencialmente "efectos secundarios negativos adversos". Argumento que le dará porque solo los productos naturales suelen carecer de ellos. Y como los productos naturales no pueden patentarse no se pueden convertir en "fármacos". Siendo esa la verdadera razón de que la mayor parte de los fármacos sean tóxicos. No son naturales y el organismo los rechaza porque se intoxica con ellos. Obviamente no se le ocurra preguntarle entonces por que no receta productos naturales sin efectos secundarios en lugar de fármacos tóxicos ya que le contestara rápidamente y enfadado que el es medico y solo ofrece a sus pacientes productos que han demostrado su eficacia en ensayos clínicos científicamente controlados. Lo que no le dirá es que la mayoría de esos ensayos no han demostrado jamás que tales fármacos curen las enfermedades para las que se dan. Probablemente añada también que, a diferencia de los fármacos, los productos naturales, fitoterapicos y homeopáticos carecen de estudios científicos que avalen su utilidad y eficacia. Pero si le dice eso o es un mentiroso o un ignorante. Y no sabemos que es peor. Porque existen miles de estudios científicos. Que el no los conozca o no los haya leído es otra cosa. Evidentemente no se le ocurra tampoco preguntarle que opina de los tratamientos bioenergéticos o de aquellos que utilizan la luz, el sonido, las frecuencias vibratorias, el magnetismo o, sencillamente, la mente. No sabrá ya ni de que le esta usted hablando. En la mayoría de los casos sus conocimientos se limitan a la aplicación de la fisiología y la bioquímica. Sacarles de ahí es imposible. No saben fuera de eso -en general, siempre hay excepciones- nada de nada. Son doctos ignorantes. Ni siquiera saben que no saben. Ni de nutrición, algo absolutamente básico para afrontar cualquier patología. De ahí que cuando se rasca un poco en sus conocimientos la mayoría responda con soberbia y prepotencia. A los médicos convencionales les solivianta mucho que se ponga en entredicho lo que saben o hacen. Les saca literalmente de quicio. Pero porque son conscientes de sus limitados conocimientos y, sobre todo, de los exiguos resultados que logran con sus pacientes.
Tal es el drama del actual sistema sanitario. A pesar de que en los últimos años muchos de esos médicos, conscientes de todo esto, optaran por aprender fuera de las facultades lo que no les enseñaron en ellas. Cada vez mas, afortunadamente. Y a cuento de que esta diatriba?, se preguntara el lector. Pues es simple: a que no entendemos como solo una decena de médicos -entre los 72 profesionales inscritos- asistió al curso que el Dr. Isaac Goiz acaba de impartir en España y sobre cuyo contenido se publico un amplio reportaje en la revista "Discovery Salud" y duplicado en este blog, ampliando el que ya se había ofrecido en el blog "Como Tratar las Enfermedades con Dos Simples Imanes". Porque lo que este medico mexicano ha desarrollado es de una importancia tan extraordinaria que estamos realmente asombrados. Al punto de que estamos persuadidos de que probablemente se trate del descubrimiento más importante en Medicina de las últimas décadas. Hemos hablado con algunos de los médicos y profesionales que ejercen ya con ella y lo que han logrado roza en ocasiones lo milagroso. No se trata por supuesto de una panacea. Ni se puede revertir cualquier deterioro orgánico. Pero no conocemos nada más rápido y eficaz que el método del Par Biomagnetico en multitud de dolencias. De todo tipo. Y no vamos esta vez a hablar de los espectaculares casos que conocemos porque difícilmente se nos creería pero lo haremos en el futuro próximo cuando aumenten. Tienen nuestra palabra. Mientras le invitamos a probar con quienes practican hoy esta terapia -tan sorprendentemente sencilla como eficaz- si no ha conseguido resolver su problema de salud de otra forma. (Director José Antonio Campoy; Discovery Salud)